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Pareciera que el señor Fiscal Montelaegre, en forma rastrera – está cumpliendo con mucha lealtad el mandado, que le han ordenado por debajo de la mesa, necesitamos ser limitados visualmente y auditivamente, para no darnos cuenta, que esta figura Judicial, la están convirtiendo en un mandadero clientelista, desafortunadamente algunas decisiones –que se desprenden del poder que sea, llevan el tinte politiquero, porque así han articulado, el procedimiento en la aplicación Constitucional, (Dicho de otra manera a su acomodo).
Es alarmante, pusilánime, la actitud y proceder de este señor Montealegre, hasta donde llega su cinismo, ante los ojos del país, se sabe que entre este personaje y Palacino desangraron a Saludcoop, él mismo ha dicho – que recibió más de 4 mil millones de de pesos por sus servicios de jurista a esa EPS, la pregunta es, ¿qué tanto defiende una EPS para invertir cifras económicas tan exorbitantes como la citada?, ¡será esto corrupción!, no obstante la señora Contralora Morelli, lo acusa de haber recibido 300 millones más, por parte de esa misma EPS, después de ser designado como Fiscal General de la Nación.
Dice el aforismo, ¡chulo cuidando carne! – Sumado a que pareciera que cuenta con un amplio respaldo de parte del actual Ministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez, respeto a este señor Ministro – las Agencias de Inteligencia del estado, saben cuál es su verdadera esencia, su originen social, el perfil que siempre ha defendido… de tal suerte, que hay tenemos evidentemente un contubernio público, lesivo a los intereses del estado, pero que el sistema, los mantiene como lo que son “honorables dignatarios” burócratas y aforados constitucionalmente; este ha sido y será el panorama que siempre tenemos que soportar los colombianos de bien, un escenario o mejor un epítome de “personalidades” untadas de corrupción hasta los tuétanos.
De otra parte podemos indicar, que el señor Procurador, está obrando legítimamente, amparado en la Ley 700 del 2002, Código Único Disciplinario, (del cual tengo amplios conocimientos, pues desde la instancia institucional fui operador de esa norma) – no obstante aforado Constitucionalmente, facultades que también resguardan a la Contralora General de la Nación. Sin desconocer que el señor Fiscal tiene todas las facultades constitucionales, para investigarlos, pero su actitud – deja cierto mal sabor, percibiéndose indudablemente intromisión, en los asuntos de las demás entidades.
Con que moral, ética, sale este señor entonces – a los medios, a enunciar que adelanta investigaciones, contra el Procurador General y a la misma Contralora que lo está investigando por corrupto, que súper poderes le otorga la Constitución al Fiscal General, para administrarlos a su conveniencia, reitero y haciéndole los favorcitos estatales a sus monarcas. Quien ronda al señor Fiscal- el Congreso y gran parte de estos miembros – son “honorables” o el señor Fiscal se debe a ellos o estigmatiza su potestad a los intereses del Ejecutivo, son interrogantes, que pueden estar rondando en los que pensamos y creemos en la Institucionalidad, pero que a veces, los hechos nos muestran otra cosa distinta – que a la honestidad, métodos que no son diáfanos e imparciales.
Lamentablemente, para nadie es un secreto, el alto índice de criminalidad y toda clase de hechos punibles que afectan los intereses personales y del estado, donde están los resultados de la Fiscalía, como producto de sus arduas investigaciones para combatirlos; todo gira en torno es, a un momento eleccionario y persónales, pero la responsabilidad que le asiste como funcionario público, no se ve por ningún lado. Entonces pienso que allí también se debe estar fraguando una gran reforma, donde se califique verdaderamente los resultados de estos altos cargos, de lo contario que respondan políticamente y penalmente por sus omisiones, frete al mar de impunidad que se come vivo al país Etc ……